
Vicepresidenta Francia Márquez Mina y Presidente Gustavo Petro
por Bárbara Orozco Díaz
El 19 de Junio de 2022, por primera vez en su historia contemporánea, Colombia da un giro de gobierno a la izquierda política, dando paso al “Gobierno del Pueblo, el Gobierno de los y las Nadies, el Gobierno de la Vida”, según lo han definido el Presidente y la Vicepresidenta electxs.
RESULTADOS
Estos los segundos comicios tras la firma del Acuerdo de Paz en 2016, lxs colombianxs han ido a las urnas tres veces este año para elegir a sus representantes, el 13 de marzo, el 29 de mayo y el 19 de junio. En las tres ocasiones, la coalición de izquierdas ha sido la más votada y la que conformará el gobierno el próximo 7 de Agosto.
Los resultados de la 2ª Vuelta de las Elecciones Presidenciales en Colombia dieron una ajustada victoria (700,601 votos de diferencia) al candidato por la coalición de izquierdas Pacto Histórico, Gustavo Petro y a su vicepresidenta Francia Márquez Mina y primera mujer negra en asumir este cargo.

Resultados Finales de las Elecciones Presidenciales en Colombia 2022
FUTURO GOBIERNO
Más allá del juego político, democrático y electoral, el Pacto Histórico, Gustavo Petro y Francia Márquez tienen en sus espaldas la responsabilidad de no olvidarse que sus nombres son paz, colectivos, comunitarios, ancestrales, indígenas, negrxs, campesinxs, mujeres, diversos, jóvenes; son, "la Sumatoria de Muchas Resistencias que quieren un Gobierno de la Vida".
Sin embargo, la esperanza depositada en alcanzar los cambios estructurales socioeconómicos y políticos que permitan la consecución de un país en paz y la reducción de las desigualdades será un camino largo, no sólo por la complejidad de los problemas internos en Colombia, sino también por la intervención de los grandes intereses internacionales desde la colonización española hasta el imperialismo estadounidense que llegan a nuestros días.
POLÍTICA DEL AMOR - PAZ, JUSTICIA SOCIAL Y JUSTICIA AMBIENTAL
El Acuerdo de Paz firmado en 2016 supuso una esperanza, no sólo para poner fin a 52 años de conflicto armado sino para la implementación de medidas transformadoras en la consecución de una paz duradera y estable que eliminara la pobreza y las desigualdades reduciendo la brecha campo ciudad.
El informe del Instituto Kroc que hace el seguimiento de la implementación del Acuerdo de Paz, señala los pocos avances en estos últimos 5 años desde la firma, particularmente no se ha avanzado nada en los puntos 1 y 4 relativos a la reforma agraria y a la solución para el reemplazado de los cultivos de uso ilícito. Lejos de terminarse el conflicto armado, este se ha agudizado por la reconfiguración de actores armados, la persistencia y mayor control del paramilitarismo y la única respuesta del Gobierno que ha sido la militarización del país.
Por otro lado, las políticas y medidas económicas y tributarias propuestas por el gobierno saliente, tuvieron el rechazo masivo de la sociedad colombiana en el Paro Nacional de 2019 y 2021, que tuvo como única respuesta, la represión del Estado en un país como Colombia que desde 2021, es el segundo más desigual de América Latina y el tercero de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La mayoría de la sociedad colombiana ha mostrado en las urnas que las políticas agresivas y crueles ya no tienen cabida y se necesita un cambio. En su primer discurso como presidente electo, Gustavo Petro ha respondido que es el momento de poner en práctica la Política del Amor, no del odio y para ello se necesita un Acuerdo Nacional para llegar a los máximos consensos. Añadió que los derechos fundamentales no pueden ser más letra muerta en la Constitución y que se trabajará para alcanzar la Paz, la Justicia Social y la Justicia Ambiental.
LA TIERRA MADRE - MEDIO AMBIENTE
En un país como Colombia con tantísima riqueza natural y biodiversidad, las políticas extractivistas han hecho un daño ambiental ya no reparable y seguirán deteriorando y agudizando el Cambio Climático. El cuidado de la “La Madre Tierra” es fundamental también para el futuro gobierno, y en base a la ciencia, el presidente electo ha llamado al diálogo y entendimiento a los Estados Unidos dado que es el mayor emisor de CO2 y a América Latina para dialogar los pasos hacia la transición energética y una economía descarbonizada de una manera más decididamente integrada.
ESTADOS UNIDOS EN COLOMBIA
Este año se celebran 200 años de relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Colombia a quien el presidente Joe Biden ha oficializado como Aliada Estratégica No-OTAN. Son también 200 años de resistencia negra, indígena, campesina y obrera en el país.
TRATADO DE LIBRE COMERCIO (TLC) ENTRE ESTADOS UNIDOS Y COLOMBIA
Los sindicatos colombianos han hecho balance a una década de la implementación del TLC entre Colombia y Estados Unidos y destacan que son más los aspectos negativos, en los que la producción nacional se ha visto afectada y con ella los trabajadores colombianos, siendo el petróleo el producto de mayor exportación.
En sus palabras ha sido un gran fraude para Colombia y los trabajadores colombianos. Concluyen que el TLC con Estados Unidos (que condiciona en forma determinante la política gubernamental) no es entonces simplemente un acuerdo comercial, sino una imposición a perpetuidad que impide el desarrollo industrial y agropecuario y la acción del Estado. Estados Unidos no buscaba comprar más sino vender más.
MILITARIZACIÓN Y POLÍTICA ANTIDROGAS
Estados Unidos desempeña un papel fundamental en la financiación y el entrenamiento de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en Colombia y ha sido tal el éxito que, en los últimos años, Colombia se ha convertido en instructor en otros países, particularmente en Centroamérica.
Durante décadas, EEUU ha desempeñado este papel sin importar el partido político en el poder. En los años 60, comenzó a entrenar formalmente a las fuerzas armadas colombianas en la guerra de contrainsurgencia. Los manuales de contrainsurgencia estadounidenses establecían que “los civiles en el área de operaciones” como sindicalistas, estudiantes y líderes comunitarios podían ser objeto de "guerra de guerrillas, propaganda, subversión, [... y] actividades terroristas".
Desde 1999, el Plan Colombia se ha implementado y ampliado bajo los presidentes Clinton, Obama y Trump, con un coste que supera los 10.000 millones de dólares. Aunque el Plan afirma que su propósito principal es luchar contra el narcotráfico como parte de la Guerra contra las Drogas, así como apoyar el fin del conflicto interno del país, ambos retos para la paz en Colombia se han intensificado durante su ejecución. Antes de la firma de los Acuerdos de Paz en 2016, el "Plan Paz" se estableció entonces como una política más de la Guerra contra las Drogas entre Estados Unidos y Colombia. Colombia es uno de los países que más ayuda militar recibe de Estados Unidos, es uno de los principales compradores de armas estadounidenses y mantiene uno de los acuerdos militares y de inteligencia más antiguos con Estados Unidos.
En la actualidad, un promedio de 500 integrantes de las Fuerzas de Seguridad colombianas, anualmente, reciben entrenamiento en Western Hemisphere Institute for Security Cooperation - WHINSEC - ( anteriormente llamado Escuela de las Américas - SOA -), en Fort Benning, EEUU, o en la misma Colombia donde viajan instructores estadounidenses. El presupuesto 2022 de defensa para Colombia aprobado en la Administración Biden se ha incrementado un 8% con respecto al año anterior, alcanzando $453 millones.
¿QUÉ VIENE AHORA PARA LAS COMUNIDADES Y EL MOVIMIENTO SOCIAL?
Esa Colombia que ha sufrido y sufre opresión en múltiples formas de violencia ha sabido resistir, vivir con el miedo y llevar su voz a las urnas para abrir una pequeña puerta y posibilidad a construir un nuevo país en paz, con una vida digna y justicia.
Sin embargo, un giro político en el gobierno no va a cambiar siglos de violencia y opresión de la noche a la mañana. En un país militarizado, con un conflicto armado agudizado, con 17 Tratados Internacionales y una enorme desigualdad, la realidad diaria de las comunidades y del movimiento social no va a cambiar tan fácilmente y seguirán luchando pacíficamente para terminar con las estructuras socioeconómicas y políticas violentas independientemente del lado político que tenga el Gobierno de la República de Colombia.
SOLIDARIDAD
Witness for Peace Solidarity Collective hace presencia en Colombia desde el año 2000 para documentar las consecuencias humanas, sociales y medioambientales del Plan Colombia, patrocinado por Estados Unidos que pretendía reducir la producción de cocaína en Colombia y llevar la paz y la estabilidad. Sin embargo, el enfoque abrumador del Plan Colombia y sucesivos en la ayuda militar en lugar de la ayuda social sólo hizo que una situación grave fuera aún más precaria: la fumigación y el bombardeo de las comunidades vulnerables con el pretexto de las tácticas de contrainsurgencia sólo aumentaron el desplazamiento masivo y las violaciones de los derechos humanos de las comunidades especialmente vulnerables, incluidos los pueblos indígenas, negrxs y campesinxs.
En todos estos años, hemos vivido y documentado las consecuencias negativas de las políticas estadounidenses en las comunidades junto a las organizaciones de base negras, indígenas y campesinas con las que continuaremos permaneciendo en el país.
Seguimos haciendo un llamamiento a la solidaridad entre los pueblos para que la financiación militar de Estados Unidos a Colombia termine por completo, a que Estados Unidos defienda la implementación del Acuerdo de Paz firmado en 2016 y a que termine sus políticas intervencionistas y corporativas y establezca relaciones de cooperación en lugar de imposición.
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